El clítoris puede presentarse excesivamente expuesto o, en raras ocasiones, poco prominente. El clítoris excesivamente expuesto se debe a: a) una redundancia excesiva del capuchón clitorídeo, es decir, la piel que cubre el clítoris. Esta condición es, con mucho, la más frecuente. b) un volumen excesivo del cuerpo clitorídeo. Esta es una condición decididamente más rara.

En el primer caso, la solución consiste en la reducción del capuchón clitorídeo, manteniendo suficiente piel para evitar la exposición molesta del mismo. A menudo, se realiza un aumento de los labios mayores para reducir ópticamente su exposición.

En el segundo caso, el procedimiento implica el reposicionamiento posterior del cuerpo clitorídeo, respetando su inervación y vascularización. También en este caso, a menudo se combina con un aumento de los labios mayores para reducir ópticamente la protrusión y disminuir la necesidad de un reposicionamiento posterior potencialmente incómodo.