Dolor vulvar y perineal

Para tratarlo, debe ser comprendido. Para entenderlo se requiere preparación, paciencia y pasión. Lea la información detallada para comprender.

Desensibilización con láser de CO2

Indicación

verdadera vulvodinia, vestibulodinia

Procedimiento

20 minutos

Dolor postoperatorio

no

Complicaciones

no

Recuperación

inmediato

Desensibilización a prp para el dolor vulvar

Indicación

dolor vulvar/vestibulodinia

Técnica quirúrgica

toma de muestras de sangre, tratamiento adecuado de la misma, inyección con aguja muy fina en la vulva y/o vagina

Procedimiento

40 minutos

Dolor

no

Complicaciones

muy raro

Recuperación

inmediato

Desensibilización con toxina botulínica para el dolor vulvar

Indicación

dolor vulvar/vestibulodinia/vaginismo

Técnica quirúrgica

inyección de toxina botulínica

Procedimiento

10 minutos

Dolor postoperatorio

no

Complicaciones

muy raro

Recuperación

inmediato

Desensibilización para Femifill®

Indicación

dolor vulvar/vestibulodinia con componente irritativo/degenerativo del tejido

Técnica quirúrgica

inyección de microdosis de tejido adiposo

Procedimiento

40 min, anestesia local +/-sedación

Dolor

no

Complicaciones

muy raro

Recuperación

immediato

Rehabilitación del suelo pélvico

Indicación

dolor/dolor espasmo

Técnica

rehabilitación

Procedimiento

45 minutos

Dolor postoperatorio

no

Recuperación

inmediato

El dolor vulvar, vaginal o perineal afecta al menos una vez en la vida a más del 25% de la población femenina. Se clasifica en dolor secundario y dolor primario. El dolor secundario puede deberse a una causa infecciosa (como en el caso de la candidiasis), neoplásica, inflamatoria (por ejemplo, liquen), neurológica (inflamación del nervio pudendo) o después de una cirugía. El dolor idiopático aparece en ausencia de una condición subyacente y clásicamente se divide en vestibulodinia verdadera, si el dolor está en el vestíbulo, y clitoridodinia, si está cerca del clítoris.

A menudo, las mujeres afectadas por dolor vulvar son tratadas «como psicópatas» porque a veces es difícil comprender la verdadera naturaleza del dolor, encontrar un tratamiento adecuado y empatizar con el alma y la realidad familiar y de pareja. La búsqueda de la causa real del dolor es crucial para recetar el tratamiento correcto. En el caso del dolor metacirúrgico, es decir, consecuencia de la cirugía y del dolor relacionado con patologías como el liquen, la causa se puede atribuir fácilmente al atrapamiento de las finas terminaciones nerviosas del nervio pudendo y la ulceración de los tejidos. Es más difícil definir las causas del dolor idiopático, a menudo localizado en un punto muy específico de la vagina o cerca del clítoris.

Dentro de la misma patología, se puede encontrar un dolor diferente según la gravedad de la enfermedad misma. Por ejemplo, en el caso del liquen en las etapas iniciales, el dolor es superficial y se presenta en forma de picazón y ardor, con episodios dolorosos que aparecen de manera intermitente y sin una causa aparente; cuando la enfermedad afecta las capas más profundas, el dolor es subdérmico y se presenta como un dolor tenso y continuo; en casos de afectación aún más profunda, el dolor es continuo y restrictivo porque los músculos están inflamados y poco utilizados. Es interesante descubrir que el enfoque terapéutico es muy diferente según el especialista al que se acuda: ginecólogo, anestesista/terapeuta del dolor, dermatólogo, neurólogo, psiquiatra.

Cada uno aborda la enfermedad con su preparación y su historia de aprendizaje. Pero estamos convencidos de que es el contraste entre los diferentes enfoques lo que lleva a los mejores resultados. El tratamiento del dolor debe incluir la prescripción inmediata de analgésicos para aliviar el sufrimiento, la administración de relajantes musculares y el apoyo psicológico de un especialista. El tratamiento local del dolor implica el uso de procedimientos diferentes según la causa del dolor.

En resumen: mientras que el dolor causado por una cicatriz es más fácil de entender y encontrar una solución, el dolor idiopático es más complejo y requiere un enfoque multidisciplinario.

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