Laxitud vulvar y vaginal
Es un término genérico que indica que las estructuras no tienen la firmeza original, los tejidos de la superficie están laxos y la musculatura se contrae de manera deficiente. Los resultados se logran con un enfoque integral hacia la persona, con la rehabilitación del suelo pélvico y con tratamientos locales no invasivos, mínimamente invasivos o invasivos según el caso.
Tratamientos no invasivos
Indicación
rehabilitación del suelo pélvico
Procedimiento
60 minutos
Complicaciones )
no
Dolor postoperatorio
no
Recuperación
inmediato
Tratamientos no invasivos
Indicación
Láser de Co2, Radiofrecuencia
Procedimiento
20 minutos
Dolor
no
Complicaciones
no
Recuperación
inmediato
Femifill® vulvar para la laxitud vulvar + láser co2
Indicación
laxitud vulvar
Técnica quirúrgica
muestreo de tejido adiposo, tratamiento adecuado del mismo, implantación multicapa de diferentes preparados adiposos + láser co2 vulvar
Procedimiento
60/90 minutos
Dolor postoperatorio
pobre si se usan analgésicos comunes
Complicaciones
raros (infecciones, hematomas)
Recuperación
2/4 semanas
Femifill® vulvar para la laxitud vulvar y vaginal + láser co2 endovaginal y vulvar
Indicación
laxitud vulvar y vaginal
Técnica quirúrgica
muestreo de tejido adiposo, tratamiento adecuado del mismo, implantación multicapa de diferentes preparados adiposos + láser CO2 vulvar y endovaginal
Procedimiento
60 /90 minutos
Dolor
pobre si se usan analgésicos comunes
Complicaciones
raros (infecciones, hematomas)
Recuperación
2/4 semanas
Vulvoperineoplastia + Femifill® vulvar y perineal + láser co2 endovagional vulvar
Indicación
laxitud vulvar y perineal severa
Técnica quirúrgica
muestreo de tejido adiposo, tratamiento adecuado del mismo, implantación multicapa de diferentes preparados adiposos + láser CO2 vulvar y endovaginal
Procedimiento
60/90 minutos
Dolor postoperatorio
pobre si se usan analgésicos comunes
Complicaciones
raros (infecciones, hematomas)
Recuperación
2/4 semanas
Vulvo-vagino-perineoplastia + Láser co2 endovagional vulvar Folifill® vulvar y perianal
Indicación
laxitud vulvar y vaginal severa
Técnica quirúrgica
muestreo de tejido adiposo, tratamiento adecuado del mismo, implantación multicapa de diferentes preparados adiposos + láser CO2 vulvar y endovaginal
Procedimiento
60 /90 minutos
Dolor postoperatorio
pobre si se usan analgésicos comunes
Complicaciones
raros (infecciones, hematomas)
Recuperación
2/4 semanas
El término laxitud genital, vaginal o vulvar es un término extremadamente genérico y a veces inadecuado que indica paredes vaginales y estructuras vulvares particularmente laxas. La laxitud puede ser superficial o, más a menudo, afectar estructuras profundas como la fascia y el sistema muscular. El tratamiento de la laxitud vaginal pasa por un diagnóstico preciso que debe aclarar claramente las causas de la relajación. En muchos casos el simple uso de la rehabilitación del suelo pélvico puede determinar un beneficio importante, en otros el láser de CO2 ha demostrado ser eficaz para mejorar el trofismo de la mucosa y de las capas inmediatamente inferiores. La radiofrecuencia también se muestra útil y prometedora. Ultrasonido focalizado. En casos de laxitud fascial y tisular de grado medio, la implantación del propio tejido adiposo resulta extraordinariamente útil para reducir el espacio abierto vulvar y vaginal aumentando el volumen de las paredes y al mismo tiempo determinando los procesos de regeneración de la fascia y mucosa. En casos de laxitud más importante se realiza la vulvoperineoplastia que consiste en la extirpación de un segmento de piel perineal y vulvar y frecuentemente una porción de la mucosa vaginal. Luego se procede a suturar la fascia y/o acercar las estructuras musculares perineales. La tracción ejercida sobre las bandas y el perineo hace que las paredes vulvares se acerquen. Para reducir el impacto, a veces negativo, de una tracción excesiva sobre los pilares, hemos desarrollado una operación que consiste en combinar la síntesis de sutura con la implantación de tejido adiposo. Esta técnica permite reducir la gravedad de la tracción ejercida por la sutura. De hecho, la implantación de tejido adiposo permite reducir el calibre vulvovaginal.
Procedimiento
La corrección depende de los grados de laxitud y de las estructuras dañadas involucradas. Los procedimientos encaminados a solucionar este problema son los siguientes, partiendo de los más sencillos y menos traumáticos hasta llegar a los más eficaces pero más exigentes:
1) terapia hormonal adecuada: la ingesta de una dosis correcta de estrógeno-progestina y la aplicación de pomadas a base de hormonas ayuda a aumentar el trofismo de la mucosa vaginal y aumenta la firmeza de la vulva. Lamentablemente, no todas las mujeres pueden tomar terapia hormonal, ya sea por motivos oncológicos o por falta de ganas de tomar la terapia diaria;
2) implante de ácido hialurónico: el implante de ácido hialurónico colocado debajo de la mucosa determina un aumento de la hidratación de la pared con el consiguiente efecto de mayor turgencia;
3) tratamientos con láser: el láser es útil para aumentar el trofismo de la mucosa vaginal y la piel vulvar. Los láseres de CO2 y de erbio (cada uno con sus peculiaridades y diferencias) también son útiles para aumentar el espesor de la capa adventicia, es decir, una estructura fina pero importante situada inmediatamente debajo de la piel;
4) radiofrecuencia y ultrasonido focalizado: son dos métodos innovadores que tienen como objetivo estimular y fortalecer los tejidos inmediatamente debajo de la mucosa y la piel sobrecalentando los propios tejidos. Aunque los métodos son prometedores, aún son necesarios varios estudios para demostrar su eficacia real y la duración del resultado;
5) lipofilling (trasplante de tejido adiposo): se puede implantar tejido adiposo en las paredes vulvar y vaginal con el fin de aumentar su espesor y aportar factores regenerativos capaces de mejorar el trofismo de las mucosas y la piel. El tejido adiposo se inyecta mediante un método multicapa, es decir, debajo de la piel y las mucosas, dentro del tejido subcutáneo parcialmente por vía intramuscular y en la parte lateral de la vulva llamada «fosa isquiática». El resultado suele ser brillante y evita la necesidad de una vulvoperineoplastia tradicional;
6) vulvoperineoplastia: consiste en la extirpación de un segmento de piel y mucosa y la aproximación de los tejidos subyacentes. Si es necesario, también se utiliza la síntesis de los pilares musculares, es decir, la unión de las dos cabezas del músculo transverso que se separan durante el parto. También hay que subrayar el papel fundamental que desempeña la rehabilitación del suelo pélvico (ver apartado correspondiente).